Sunday, July 17, 2011

Rusia puesta a toda prueba como potencia espacial

El 21 de julio retornará a la Tierra el trasbordador Atlantis, acoplado a la Estación Espacial Internacional. Este es el último vuelo en la historia de los trasbordadores.

En adelante, toda la responsabilidad del relevo de las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional recaerá en las naves rusas. Una plaza en las Soyuz comprará ahora para sus astronautas la NASA por mas de 50 millones de dólares. Esto golpea por cierto, sobre todo, por las ambiciones desmesuradas de los norteamericanos. De ahí que ellos ahora propalan por doquier la idea de la creación de “cocheros espaciales” que, según se informa, deben aparecer ya a mediados de la década.

En 2008, dos años antes de la renuncia de Obama al programa lunar, la NASA firmó un convenio con dos firmas particulares: la Space X y la Orbital Science para la construcción de naves y cohetes para el transporte de cargas hasta la Estación Espacial Internacional. Los contratos por 1.600 y 1.900 millones de dólares respectivamente suponen 12 y 8 vuelos de carga hasta la Estación Espacial Internacional. Mas avanzado se encuentra el proyecto del fundador de Space-X , Elon Musk, señala el especialista en cosmonáutica Igor Lisov.

- La nave de Mask se denomina “Dragón” con un cohete Falcon-9. En este momento ha sido creada la variante de nave de carga. Ella puede volar, empalmarse con la Estación Espacial Internacional, desacoplarse, salir de la órbita y aterrizar. Todo ha sido ya probado, salvo el acercamiento a la Estación y el acoplamiento.

El cohete Falcon 9 puede llevar 6 toneladas de carga o, en una variante renovada, 7 personas. Las posibilidades del ingenio de su rival, Orbital Science , la nave Cygnus , son de dos toneladas menos. Además de que esta última no ha estado nunca en el cosmos.

Igor Lisov subraya que, en ninguna parte está  escrita  la posibilidad de rehacer las naves para el transporte de personas, y la NASA no ha planteado tal exigencia a las empresas.

Pero, lo principal no consiste en ello. Los dos proyectos están “en pañales”, no han sido probados. Space-X y Orbital Science necesitan dar muestras aun de la fiabilidad de sus naves, pues, no hay que olvidar la suerte infausta corrida por los trasbordadores Challenger y Columbia.

La NASA tiene un proyecto comercial mas con Boeing: una cápsula pilotada para siete personas, la CST-100. Pero, este proyecto existe solo en el papel.

En cambio, es promisoria nuestra nave de transporte Rus , señalaba Lisov. Ella será mucho mas espaciosa que la Soyuz y podrá, en caso de necesidad, incluso, sobrevolar la Luna. El primer lanzamiento pilotado de esta nave, desde el cosmódromo Vostochni-Oriental , está finado para 2018.

Source: http://spanish.ruvr.ru

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